Los fuertes Vientos suponen un peligro evidente de caída de ramas de árboles… e incluso pueden provocar el desplome de un árbol. Para minimizar este riesgo es necesario realizar podas de mantenimiento y comprobar que el estado de salud del árbol es óptimo.

Las causas más comunes para la caída de ramas y el desplome de árboles azotados por fuertes vientos son tres: un desarrollo insuficiente de su sistema de raíces, patologías que afectan al vigor de los árboles y la ausencia de podas de mantenimiento.

Para evitar el peligro que entraña la caída de ramas o el desplome de un árbol se centran en el mantenimiento:

  1. Realizar podas de mantenimiento que ‘aligeren’ el número de ramas principales y secundarias.
  2. Aplicar tratamientos fitosanitarios que garanticen un estado de salud óptimo del árbol.
  3. Comprobar que el sistema radicular se ha desarrollado de forma suficiente y que la plantación es correcta.

A continuación explicamos en qué consisten estas actuaciones, encaminadas a minimizar el riesgo de caída de ramas o de árboles enteros para evitar así daños materiales o personales.

Podas de mantenimiento para evitar caída de ramas a causa del viento

La Poda de Mantenimiento consiste en eliminar elementos propensos a desprenderse o que restan vigor al árbol, debilitándolo.

  • Eliminar ramas muertas, rotas o enfermas. Estas ramas tienen mucho riesgo de desprenderse en un episodio de viento fuerte.
  • Cortar rebrotes que nacen de la base del árbol o del suelo. Los rebrotes minan el vigor del árbol.
  • Retirar chupones: ramas que nacen con mucho vigor y que tienen un crecimiento vertical. Si las dejamos crecer, actúan como un nuevo tronco, restando vigor al árbol y generando una gran cantidad de ramas secundarias.
  • Identificar y cortar ramas que se entrecruzan o se rozan. Al moverse con el viento, estas ramas tienen más peligro de quebrarse y caer.
  • Retirar ramas que pueden tocar cables eléctricos o edificios.
  • Cortar ramas que dificultan el paso de personas o vehículos. En caso de fuertes vientos, pueden causar daños inclusos in desprenderse
  • Identificar y podar ramas con un ángulo demasiado estrecho respecto al tronco. Este tipo de ramas presentan un mayor riesgo de rotura.

Poda de mantenimiento: Aclareo de ramas para reducir el efecto vela

El aclareo de ramas consiste en eliminar o descargar de ramaje la copa para que gane en transparencia. De este modo conseguimos dos efectos beneficiosos para el árbol:

  • Reducir el efecto vela que produce el viento. Como el árbol es más ‘transparente’ el viento no percute con tanta intensidad. Y evitaremos así que el sistema radicular sufra por efecto del viento. O que el tronco se tronche por algún lugar especialmente débil (como por ejemplo por el cuello del tronco, que en casos de una plantación inadecuada puede llegar a debilitarse).
  • Evitar que las ramas interiores se sequen y mueran. Las copas enmarañadas impiden que la luz toque las ramas del interior, de forma que se secan y tienden a desprenderse. Con un buen aclareo conseguimos que llegue más luz al interior y a las ramas más bajas

No obstante, un aclareo excesivo puede ser también perjudicial para la salud del árbol, porque estaremos eliminando una gran cantidad de hojas fundamentales para la fotosíntesis (el modo en que los árboles obtienen energía del sol). Si es necesario aclarar mucho se debe hacer por fases, en varios años.

Poda de mantenimiento: Reducción de copa

Cuando un árbol ha crecido mucho, puede ser necesario reducir su volumen.

Por ejemplo, en caso que haya ramas superiores que estén cerca de tocar el tendido eléctrico, o cuando percibimos que la parte superior de la copa presenta gran resistencia al viento, provocando que el troco se balancee más de lo recomendable, es necesario reducir la altura del árbol.

Reducción de Copa

Con la técnica de poda conocida como reducción de copa, se cortan las ramas superiores del árbol sobre la axila de una de sus ramas laterales, la cual continuará el crecimiento, pero de una forma más horizontal, y ejercerá también las funciones de tirasavia. De este modo se evitan rebrotes en las proximidades del corte, que podrían convertirse en chupones.

Este tipo de poda se ejecuta en ejemplares adultos cada 2 o 3 años.

El aclareo y la reducción de copa son dos técnicas válidas para minimizar el riesgo de caída de árboles. Y mucho más recomendables que otras técnicas, como el terciado y el desmochado, que pueden comportar la muerte del ejemplar.

Poda de formación en palmeras para evitar la caída de palmas

Las palmeras no son árboles que se ramifican y emiten nuevos botes, sino que generan nuevas hojas en el ojo de la palmera, situado en la parte superior de su copa. A medida que las hojas viejas se van secando en la zona más baja de la copa, las hojas nuevas brotan en la parte superior.

La poda de formación en palmeras sirve para eliminar estas hojas secas. Con la poda evitaremos el riesgo que supone la caída de ramas secas a gran altura, contribuiremos a la buena conformación del tronco de la palmera y conseguiremos que luzcan bonitas, sanas y limpias.